LA CLAVE PARA MEJORAR TU RENDIMIENTO DEPORTIVO:
La clave para mejorar tu rendimiento deportivo se llama: FLEXIBILIDAD METABÓLICA, pero para entender bien este concepto, primero vamos a ver en que sea basa.
De manera simplificada, flexibilidad metabólica es la capacidad de cambiar rápidamente de combustible, según la disponibilidad y la necesidad. Personas con buena flexibilidad metabólica tendrán más facilidad para quemar grasa corporal y rendirán mejor físicamente.
«La flexibilidad es la clave de la estabilidad» – John Wooden
A grandes rasgos, tu cuerpo puede procesar cuatro tipos de combustible: proteína, carbohidrato, grasa y alcohol.
Después de comer empieza la llamadafase postprandial , donde el cuerpo debe tomar una decisión con cada uno de los macronutrientes ingeridos: usarlo como combustible o almacenarlo. De esta manera, podemos ver lo interesante que puede ser tener el metabolismo lipolítico (fuente de combustible las grasas) trabajado y entrenado.
Esto se puede hacer de diferentes maneras, flexibilizando en cualquier caso el metabolismo, y cómo se lleve a cabo va a depender mucho de casa caso y cada sujeto, objetivo, alimentación, contexto detrás, historia clínica…
A continuación, te muestro una serie de herramientas u opciones para que puedas ir trabajando en dicha flexibilidad metabólica. Pero como siempre digo, según cada caso unas pueden funcionar o ser más adecuadas que otras, todo está en la
individualización:
- Ciclados de carbohidratos (días bajos en hidratos de carbono o carbohidratos alternados con días más moderados o altos en carbohidratos, seguidos o alternos, según planificación).
- Hacer menos comidas al día (a igualdad de dieta). Por ejemplo: pasar del clásico 5 comidas al día a 2-3 comidas diarias.
- Respetar los ciclos de la insulina (si se toman hidratos de carbono, aparte de mejor en pocas comidas, por el día su impacto será diferente que por la noche).
- Ayunos intermitentes (con sus diferentes variantes, siempre dentro de una adecuada alimentación).
- Sesiones de ejercicio en ayunas.
- Dobles sesiones en un mismo día, repartidas en diferentes momentos del día.
- Exposición controlada al frio (Ejemplo: finalizar tus duchas con 30 segundos lo más fría que aguantes).
Nota importante: siempre nos referimos a estas estrategias dentro de planificaciones dietéticas bien pautadas y estructuradas. Así que antes de llevar a cabo alguna de estas estrategias, asegúrate de que la base de tu alimentación diaria es la correcta.
Un metabolismo flexibilizado nos va a dar mayores facilidades de utilizar la energía, además de un mejor plano hormonal y una mejora, entre otras cosas, de la sensibilidad a la insulina. Incluso la energía de los propios carbohidratos sería más eficiente que si estamos en constante vía glucolítica sin descanso alguno, y podríamos tener un mayor ahorro de glucógeno cuando trabajemos vías energéticas mixtas.
Además, a más entrenada tengamos la flexibilidad metabólica, más hábil será nuestro cuerpo en su adaptación a diferentes cambios de composición de dieta y rutas metabólicas buscadas, según fase en la que nos encontremos, objetivo, época competitiva o no…
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