¿DIETAS PARA PÉRDIDA DE PESO?

Debemos recuperar lo tradicional

En vez de estar en continua lucha contra el hambre haciendo grandes restricciones energéticas, debemos recuperar los alimentos tradicionales que regulan de manera correcta nuestro ciclo de hambre – saciedad.

 

Nuestro cuerpo tiene un sistema de regulación hambre – saciedad situado en el hipotálamo, una pequeña zona del cerebro, y este sistema encargado de manejar estas sensaciones suele llamarse ADIPOSTATO”.

Bueno, pues este Adipostato, que es el encargado de manejar el nivel de grasa corporal (entre otras cosas) funciona principalmente a través de 2 hormonas, la leptina y la insulina. Alimentos de rápida digestión, con niveles altos de procesamiento, sabores artificiales y con combinaciones y productos que son imposibles encontrarlos en la naturaleza, producen que nuestro cerebro responda de manera deficiente a las hormonas de la saciedad de corto plazo. Esto provocará menores niveles de saciedad y con ello ingestas calóricas excesivas o por el contrario, que nos quedemos con mucha hambre.

 

Además, estos productos elevan constantemente nuestros niveles de glucosa en sangre, saturando nuestras reservas rápidamente, provocando que nuestro hígado convierta glucosa en grasa, pero cada vez irá teniendo mayores problemas para poder seguir acumulando. Esto acabará provocando la liberación a sangre de grasa en forma de triglicéridos.

A su vez se producen numerosas reacciones inadecuadas para nuestro organismo, que por el momento no es necesario entrar más en detalle para entender por qué fracasan este tipo de dietas que solo se basan en una determinada ingesta calórica diaria (1500 2000 3000 kcal/d) y la distribución de macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono y grasas), sin tener en cuenta el resto de los factores mencionados.